domingo, 30 de noviembre de 2014

I Jornadas sobre tendinopatía: Tendón de Aquiles

La tendinopatía Aquilea crónica es una lesión que afecta a un gran número de corredores y deportistas. A veces las medidas preventivas que puede realizar el deportista como la aplicación de hielo, emplastes con cremas antiinflamatorias o la realización de excéntricos, no son suficientes para eliminar el problema. Es el momento entonces de acudir al especialista. ¿Pero a cual y dónde?


Se trata de una lesión en auge, posiblemente debido a la mayor incidencia del deporte de carrera (running) en la sociedad. 



El pasado 24 de Octubre se organizaron las I Jornadas sobre Tendinopatía dedicadas al tendón de Aquiles y dirigidas por el Dr. López Capapé y tuve la suerte de ser invitada a las mismas para exponer el protocolo de rehabilitacón y fisioterapia que empleamos en este tipo de lesiones. 
El protocolo consiste en una serie de técnicas de terapia manual junto con una potenciación protocolizada basada en ejercicios excéntricos y electroestimulación neuromuscular. 


Un gran número de deportistas tanto de competición como amateur, han sido ya dados de alta para su actividad deportiva normal. Esta patología afecta en algún momento de su vida deportiva a prácticamente todos los deportistas de atletismo y triatlon, aunque últimamente también estamos teniendo casos de jugadores de pádel y tenis. 


Los deportistas aquejados por esta lesión presentan una primera fase con dolor al inicio de la carrera. Una vez que el tendón “se calienta” permite continuar con el entrenamiento. Ya en esta fase es recomendable realizar ciertas rutinas como la aplicación de hielo y acudir al fisioterapeuta a “descargar”. 


En una segunda etapa el dolor reaparecerá después de la carrera y en la tercera fase este dolor se mantiene durante el entrenamiento. Es muy característico también el dolor a primera hora de la mañana o tras periodos prolongados de reposo. 



La prevención mediante masajes de descarga es esencial para esta lesión y muchas otras, pero una vez instaurada es necesario recibir un tratamiento especializado. En una primera fase de tratamiento es esencial la terapia manual adecuada así como la electroterapia antiinflamatoria. Tras esta primera fase, es necesaria una adecuada potenciación ya que sin la adecuada tensión será imposible recuperarlo. 



Debemos de entender el tendón de Aquiles como una goma elástica capaz de soportar importantes tensiones, pero que a su vez, si no recibe sobrecargas continuas, pierde su fortaleza y se deteriora.